viernes, 4 de junio de 2010
Sin Título
jueves, 18 de febrero de 2010
Nuestras mañanas
Empieza con movimientos sutiles de mis brazos y piernas, uno o dos suspiros bajos. Despacio me deslizo del calmo sueño que estaba teniendo y te veo a través de las aberturas que, mis todavía durmientes párpados, me permiten. Sigues dormido.
Las líneas que forman tu cara lentamente van de borrosas a innegablemente existentes y para ese entonces he reunido suficiente conciencia como para deslizar la yema de mi dedo desde entre tus cejas hasta la punta de tu nariz; es un poco grande, pero te complementa. Estiro mis extremidades, desgarrando los últimos velos de sueño, tan despacio que casi me hace sentir como si estuviera bajo agua. Cuando arqueo mi espalda, reprimo la mitad de un gemido involuntario, cuidadosa de no perturbar la inamovilidad de tu cara. Me deslizo desde entre las sábanas tan delicadamente que cualquier observador seguramente me asignaría cualidades etéreas.
El frío del piso parece atravesar las plantas de mis pies y empujar mis poros hacia afuera mientras camino por el pasillo. La poca luz que se filtra a través de los paneles de colores de las ventanas de la cocina me hace sentir que he entrado a otra dimensión; como si peces dorados van a nadar fuera de la alacena cuando coja el café. Parches de colores resbalan por mis brazos mientras preparo todo para cuando escuche tu voz. Si entraras en este momento inventarías un nombre para la clase de criatura en la cual me ha convertido la cocina.
Una tajada de pan, untada en huevo, se desliza sobre la mantequilla derretida, haciéndome caer en cuenta de cuanta hambre tengo. Este olor familiar no tarda en llegar al cuarto, donde, estoy segura, sonríes. Sé que te encanta despertarte con el olor del desayuno.
Un par de tajadas de pan más tarde te escucho bostezar en el corredor. Entras y te sientas, pero no me viro. Siento como dos canicas de hielo azul recorren mi piel mientras tus ojos viajan de mi cuello a la parte baja de mi espalda. No me ves sonreír. Esta es una de mis partes favoritas del desayuno.
Siento la tibieza de tu cercanía mientras esparzo una pizca de canela sobre tu tostada francesa. Bajas tu barbilla a mi hombro mientras dices: “Eres dulce.” Me viro y sostengo tu cara entre mis manos; todavía no te has rasurado. Frotamos narices y, prácticamente, susurro “Sabes, hay una frutilla gigante donde debería estar mi corazón.”
Nos sentamos uno frente al otro en la mesa de nuestra cocina. Ahora los parches de color también te cubren. Estoy pensando nombres para nuestra raza nueva cuando me interrumpes, preguntando quién va a ir al trabajo en el dragón hoy.
jueves, 25 de junio de 2009
Despacio
miércoles, 10 de junio de 2009
¿Cómo negarme?
Sus labios rozaron mis párpados mientras me silenció. “Puedo detenerlo” dijo; su voz era exquisitamente intoxicante. Siempre he tenido una fijación en las voces, me hacen gemir, y la suya me hacía sentir que me estaba lamiendo el cerebro. Me quedé callada por un momento, solo pasa saciar mi anhelo de sus desteñidos suspiros. “Puedo detenerlo” gruñó mientras sus dedos, gentilmente, envolvían mi cuello; me hacía sentir de cristal. Asentí mientras una de sus manos se enredaba en mi cabello, sosteniendo mi nuca. Mis labios se separaron unos milímetros cuando el inclinó mi cabeza hacia atrás. Su otra mano reptó hacia mis clavículas, se deslizó a mi cuello y se detuvo en mi párpado… Sentí sus uñas rebanar mis lacrimales, lenta y casi tiernamente. Dejé de llorar por primera vez en dos meses.
Foto por: http://aglayan-agac.deviantart.com/
martes, 9 de junio de 2009
Suave
Foto por: http://myownlittlecorner.deviantart.com/
martes, 12 de agosto de 2008
Bonita
Estaba sentada, la espalda contra la pared y una fundita sobre su regazo. ¡Niña! ¡Oiga! Ella miró en dirección del alarido, había una señora vieja, gorda y por ende aguada. "Niña, no se siente en el piso ¿No sabe que está sucio? ¿Qué le pasa..."Ella miraba los cachetes caídos de la señora, los millares de arrugas y la ocasional gotita de saliva que salía volando de su boca. "...es tan bonita y ni se pinta la cara, parece que ni le gustaran...". "¡Que ruido mas molesto demonios! Y se me olvidaron mis audífonos" pensaba y su mente empezó a divagar entre recuerdos absurdos y detalles abismales. Recordaba el placer de comer frente al televisor cuando se dio cuenta. ¡Es practicamente imposible comer y ver tv al mismo tiempo! Tus mandíbulas roban la atención de tus oídos y la gente de la tv solo dice CRUNCH CRUNCH CRUNCH. Sonrió como solía hacerlo cuando veía un gatito, metió su mano en la funda y se la llevó a la boca. Masticaba y sonreía al darse cuenta que la señora solo decía CRUNCH CRUNCH CRUNCH. Claro que Nicole debía tener cuidado que no se le salga alguna astilla de hueso por la esquina de la boca...tampoco quería matarla.
viernes, 8 de agosto de 2008
A little indulgence...
The judge's cat yawned as he banged the gavel. He arched his back in a very Haloween-esque way while someone's mother was given 10 years. "I wonder how many they'd give him if they found that boy he chained up in his basement" the cat wondered. "Eh...I'm not telling, he just tastes so damn good".
Foto por: http://cyclopse.deviantart.com : )